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¿En qué consiste la terapia para el estrés?

Es el invitado que se cuela en nuestras vidas sin pedirnos permiso. Tan frecuente que nos hemos acostumbrado a su presencia casi sin cuestionarla. Eso hace que la terapia para el estrés sea aún más necesaria. En Pensaments nos proponemos hacerte llegar otra perspectiva. ¡No es inevitable! No tienes que asumir que estar estresado es el peaje que tienes que pagar por vivir en estos tiempos. Ese estrés te está impidiendo disfrutar de tus éxitos, te bloquea y, en muchas ocasiones, te controla. Es verdad, hay un cierto nivel de estrés que es positivo, nos avisa de que estamos cruzando la línea de lo razonable. Pero, traspasar ese nivel es peligroso. Nuestra terapia para el estrés busca que seas tú quien maneja al estrés, ¡no él quien te domina a ti!

Recordemos, el estrés es una reacción física natural que se produce en nuestro organismo para hacernos permanecer en alerta. No conviene que lo identifiques solo con el trabajo, hay muchas otras situaciones que nos estresan. De hecho, son las que tienen su origen en la familia o en el ámbito de las relaciones sociales las que suelen ser más dañinas porque afectan a esa esfera más íntima y personal.

Nuestra terapia para el estrés te proporciona pautas generales para que puedas aplicarlas en cualquiera de esas áreas, pero también otras habilidades específicas para cada una de ellas. Una de nuestras prioridades es la personalización en la atención. Hemos comprobado que adaptarnos a ti es la vía más efectiva para que te llegue nuestra ayuda. Y, lo que es más importante, la que te dota de herramientas más duraderas porque las interiorizas y te sientes más identificado. Al hacer tuyas ciertas competencias, las utilizarás el resto de tu vida.


  • Cuando el estrés se origina por un trauma

Este es un tipo muy concreto de estrés. Has presenciado o vivido en primera persona un acontecimiento traumático y, como consecuencia, te ha generado un estado de tensión. La naturaleza de los traumas es casi infinita. Entre los más conocidos están los de índole sexual, los que tienen que ver con un acto violento o una catástrofe natural. Pero, no hay que ir tan lejos, puedes haber vivido de forma estresante un accidente de tráfico o el hecho de que han entrado a robar en tu casa. O que te lo genere un acontecimiento feliz como la preparación de tu boda o haber conseguido ese puesto de trabajo por el que tanto has luchado. En la terapia para el estrés no nos importa tanto el origen como constatar que es un factor determinante en ese estado de nerviosismo, enfado y angustia constante que sufres.

En esos casos más extremos, es imprescindible que recibas una terapia para el estrés. Bastante duro es haber tenido que protagonizar uno de esos difíciles acontecimientos como para, además, tener que convivir con sus secuelas el resto de tu vida. Si hay una circunstancia en la que necesitas rediseñar tu proyecto vital a la medida de tus deseos es cuando lo has visto cercenado por un factor externo a tu voluntad, del que tú no tenías conocimiento ni influencia sobre él.

Pero para nosotros, cada uno de vosotros y vuestra historia merecéis la misma atención. Porque, los supuestos que parecen más frívolos, cuando el estrés es producto de una situación agradable, suelen hacer que os sintáis culpables. ¿Cómo puedo estar mal si debiera estar disfrutando del nacimiento de mi hijo o hija? ¿Quién me va a entender cuando le cuente que mudarme a esta maravillosa casa solo me genera angustia y tristeza? El problema es doble porque a tu estrés has añadido un componente de aislamiento que todavía lo acrecienta más. ¡Incluso puedes llegar a convencerte de que te mereces cualquier cosa que te pase porque eres un ingrato! Tienes que cortar ya ese círculo negativo. Nuestra terapia para el estrés te servirá para poner distancia con esa culpabilidad que nunca tendría que atenazarte. Ningún sentimiento es justo o injusto, lo que queremos mostrarte es como puedes encaminarlo en la dirección que te haga crecer, no en la que te limite.


  • Eutrés o distrés, distínguelos con la terapia para el estrés

Que te pongas en alerta antes de esa entrevista que puede ser decisiva para tu futuro laboral, no solo es normal, es hasta positivo. Una parte de nuestra terapia para el estrés consiste en ayudarte a identificar en qué situaciones este estado de alerta es un mecanismo beneficioso. Volviendo al ejemplo anterior, gracias a ese “eutrés” o estrés positivo se despierta tu capacidad productiva, estás más estimulado para conseguir un objetivo, mejor preparado. Sin duda, es muy interesante que aprendas a manejar esta herramienta natural que te aporta creatividad, activa tu iniciativa y aumenta la eficacia de tus respuestas. ¡Cuenta con nosotros para incorporar esta habilidad a tus recursos emocionales!

Sin embargo, lo que constatamos los profesionales es la prevalencia del distrés, la cara más negativa de este resorte. Cuando nos sentimos tan presionados que tenemos la irritabilidad a flor de piel. Hemos perdido el control y, no solo no tenemos capacidad de reacción, ¡es que estamos paralizados! Este efecto perjudicial se va aposentando, no se limita aparecer ante un acontecimiento concreto, invade tu vida y tu ánimo. Cuanto más tiempo dejes que pase, más te dominará.

Pero, tenemos una excelente noticia para ti, es posible revertir esa situación gracias a nuestra terapia para el estrés. Deja que compartamos contigo todo lo que sabemos respecto al estrés, vas a tener una visión completamente distinta de él. Y, lo que es más importante, vas a ser tú quien toma las riendas y asume el control. Por eso es tan interesante que des un paso que será decisivo para tu bienestar y te animes a conocer nuestra terapia para el estrés.


  • Las consecuencias de sufrir estrés emocional

Cuanto más tiempo dejes pasar antes de recibir esa terapia para el estrés adaptada a tus circunstancias, más difícil será que des el paso. Esta disfunción es peligrosa precisamente por su capacidad de ir adueñándose de nuestra vida de forma silenciosa. No te limita o paraliza de un día para otro. De hecho, en muchas ocasiones, la percepción que tienes de tu estrés es que ha desaparecido. Notaste que saltaron las alarmas en esa época en la que las cosas iban mal en el trabajo o cuando estabas preparando las oposiciones, pero una vez acabó el factor que explicaba tu estrés, este se fue por donde vino. Y, efectivamente, esta es una realidad posible, es más, es la deseable. Pero, no siempre es lo que ocurre.

En no pocas ocasiones, ese periodo de estrés ha sido más prolongado y profundo de lo que tú has percibido. Se ha asentado en tu interior y está afectado a tu rutina sin que seas consciente. En nuestra terapia para el estrés te mostramos también qué síntomas físicos y emocionales van asociados a este problema. Fatiga, dolor de cabeza y muscular, palpitaciones o insomnio son algunos de los más conocidos. Así que, si estás notando una falta de energía inexplicable, inapetencia o ansiedad por comer sin medida y te cuesta dormir podrías estar sufriendo estrés. Más si estas señales físicas se acompañan de tristeza o tendencia a enfadarte sin motivo y estallar en contra de quien sea.


Y, una cuestión muy importante, has perdido las ganas de todo, ni siquiera continúas haciendo esas actividades que tanto te atraían antes, ni te apetece ver a nadie. No sigas hundiéndote en ese pozo sin salida. En Pensaments te invitamos a probar lo que nuestra terapia para el estrés puede hacer por ti. Te proponemos un enfoque en positivo, con un aprendizaje multifuncional de habilidades y comportamientos que vas a poder aplicar en todas las facetas de tu vida. ¡Construimos juntos, sobre la base de tus preferencias y pensando en que llegarás allí donde te propongas!