¿En qué consiste la terapia para PAS (personas altamente sensibles)?

  • Alta sensibilidad

Hasta hace pocos años el término Alta Sensibilidad resultaba ajeno a cualquier persona de a pie, incluso los profesionales de la salud desconocían a qué hacía referencia y si era una condición realmente importante como para tener en cuenta. Si bien hoy día resulta mucho más habitual hablar de personas altamente sensibles (PAS), desafortunadamente, son escasas las formaciones especializadas en el tema y aún menos los profesionales conocedores de los detalles de las mismas. Sin ánimo de justificarlo, este desconocimiento tiene su lógica. Adentrémonos en el maravilloso mundo de las PAS y su lugar en la sociedad.

Generalmente la sensibilidad está asociada a características tales como timidez, extroversión, debilidad, vulnerabilidad, necesidad de protección… Conceptos que no se corresponden con las cualidades de este tipo de personas y que, sin embargo, han supuesto un lastre en demasiadas ocasiones y contextos.

En otro artículo hablaremos de la terapia regresiva.

El rasgo Alta Sensibilidad se popularizó gracias a la publicación y difusión de la psicóloga Elaine Aron en los años 90, quien abrió un espacio fundamental a las PAS dentro de la sociedad; a raíz de sus publicaciones el término se expandió y numerosas/os investigadores se interesaron en conocer más detalles.

 

  • Qué define a una PAS

La Alta Sensibilidad es un rasgo asociado a la personalidad, esto significa que ser PAS es perfectamente compatible con cualquier otra característica, pudiendo hablar de un continuo en el que ubicarse en función del grado de intensidad con el que se perciben las sensaciones. Quizá, la palabra con la que más identificada puede sentirse una PAS es precisamente intensidad.

A pesar de los cuestionarios publicados al respecto, la investigación y la propia Elaine Aron han concluido que, en mayor o menor medida, se cumplen cuatro características siempre y que, el hecho de tener tres de ellas puede significar que la persona es muy sensible, sin llegar a ser PAS. Por tanto, una PAS se caracteriza por lo siguiente:

- Deep Processing. Profundidad del pensamiento, inquietud en el razonamiento, voluntad por ir más allá en la comprensión y en la reflexión acerca de lo que sucede a su alrededor. Hay una reflexión a un nivel más profundo.

- Overstimulation. Sobreestimulación. Una PAS se siente desbordada por la cantidad de estímulos que es capaz de percibir. Se absorben las sutilezas de lo que sucede alrededor y eso puede ser abrumador, especialmente en entornos masificados con gran cantidad de estímulos.

- Emotions. Sensibilidad, emocionalidad, empatía. Esta es la característica más conocida de las PAS, su gran capacidad para conectar con la emoción propia y de los demás. Las PAS sienten con gran intensidad lo que sucede alrededor, perciben los detalles más sutiles y hermosos del ambiente, al tiempo que captan el dolor o el conflicto presentes. 

- Sensitivity: Sensibilidad para percibir detalles muy sutiles a través de los sentidos. Digamos que la intensidad con la que los sentidos filtran está amplificada y de ahí que absorban cantidad de información a un “volumen” muy alto.

 

  • En el interior de una PAS

Erróneamente se ha asociado las PAS con personas débiles, introvertidas o vulnerables. En su libro El Don de la Sensibilidad (Obelsico, 2006), Aron habla de ciertos estudios en los que se observan que las personas sensibles son mucho más valoradas en la cultura Oriental, a diferencia de lo que sucede en Occidente, donde la extroversión, la sobreestimulación y la superficialidad parecen estar a la orden del día. Con razón que una persona altamente sensible se sienta desbordada en este mundo de ruido y apariencia. Una PAS puede ser introvertida, y lo cierto es que en aproximadamente un 70% de los casos lo es, pero también hay PAS extrovertidas que se sienten tremendamente realizadas en sociedad. Afortunadamente se está dando cada vez más espacio a la Introversión y a la sensibilidad como virtud. Y por cierto, como diría Susan Cain, el mundo necesita más personas introvertidas (Penguin, 2013). De ahí que comience a hablarse de una Sensibilidad Ventajosa en lugar de un lastre con el que convivir. Y para ello se hace fundamental que los/as profesionales del mundo de la salud y la educación conozcan a fondo un rasgo con el que conviven entre un 15-20% de la población.

 

  • Claves para vivir mejor:

- Maneja la sobre-activación: no se trata de evadirse ni recluirse en un castillo de cristal, se trata de conocerse a uno mismo/a, de aprender a poner límites a la sobre-estimulación y aprender a regular también los momentos de sociabilidad en pro de una vida plena.

 

- Comunica, expresa, pide: el mundo de la alta sensibilidad es reciente y muy poca gente conoce los detalles de este rasgo. Comunica a tu entorno cercano tus necesidades, pide tu espacio y expresa tus emociones de cara a una mejor convivencia y a fortalecer relaciones. Se trata de cuidarte y compartir.

 

- Valora la “sujeción”: Es interesante trabajar recursos internos que te ayuden a manejar situaciones potencialmente estresantes al tiempo que creas un entorno social de calidad que te sostenga y comprenda. Valóralo, aprécialo y cuídalo.

 

- Agradece: La alta sensibilidad es una característica de gran valor que puede traerte grandes alegrías. Te conecta con los demás, te hace sensible a lo te rodea y te permite experimentar momentos de un intenso placer. Las sutilezas te transportan a un mundo delicado y profundo al alcance de tu mano. Valora tu sensibilidad porque sin duda, es un valor en alza.

 

 

¿Te recuerdas desde niño percibiendo detalles de lugares o situaciones que pasan desapercibidos para los demás presentes? ¿Te identificas con el dolor ajeno hasta tal punto que lo sufres de verdad como tuyo? No te sientas como un extraño, la alta sensibilidad es una cualidad presente en cerca del 20% de la población. No es una enfermedad. Y no debería ser un problema. Sin embargo, puede resultarte complicado manejar tal nivel de empatía o de emocionalidad. En Pensaments consideramos que la terapia para personas altamente sensibles es específicamente peculiar por esta razón. 

Lo que te pasa no es negativo, al contrario. Realmente, desde nuestra perspectiva profesional no es un tratamiento como tal. Se trata de recorrer contigo un proceso que te descubra hasta qué punto eres una persona positiva y cuánto necesitamos todos que exista alguien como tú. 

En este momento, nuestras palabras pueden sonarte a hueco. Ser una persona altamente sensible hace que te cueste mucho aceptar las críticas. Pero, no por intolerancia o por falta de humildad. Es normal, es tan fácil herirte. Seguro que no consigues acostumbrarte a recibir frecuentemente comentarios que solo son una muestra de incomprensión. Frases como “mejor no contamos contigo que eres incapaz de adaptarte” o “pareces de otro mundo” no te ayudan nada. 

La terapia para personas altamente sensibles pone en valor tu singularidad. Y, lo que es más importante, te recuerda que tienes más motivos que nadie para disfrutar de la vida y enriquecer la de los demás. ¡Solo es cuestión de que encauces tus capacidades en la línea que más te motive! 

 

  • Alta sensibilidad de cuerpo y mente

 

Está claro que te enfrentas a dificultades, no solo de aceptación personal o social, también a nivel físico. Porque la alta sensibilidad implica una extraordinaria capacidad sensorial. ¿En qué se traduce este detalle? Nuestra terapia para personas altamente sensibles entiende que es necesario empezar por explicarte asuntos tan básicos como que no eres un quejica porque te moleste la música a un volumen elevado. Que es normal que evites lugares y actividades en las que los efectos luminosos son muy intensos. Tu cerebro reacciona automáticamente ante cualquier mínimo estímulo sensorial y con mayor intensidad. Así que, no te lo inventas, realmente te molestan los ruidos, las luces o los olores. En la terapia para personas altamente sensibles intentamos que aprendas a canalizar ese malestar y a reducir las limitaciones que te supone.

Esta sensibilidad extrema también se refleja en tu umbral del dolor o a la tolerancia que tu cuerpo experimenta con respecto a las medicinas y otras sustancias como el alcohol o las drogas en general. No exageras cuando comentas que a ti una simple copa de vino te sienta mal. Ni cuando un dolor de cabeza te deja inmovilizado en la cama un par de días. Esta es, objetivamente, una de las secuelas más negativas que te toca vivir en tu calidad de PAS. 

Con la terapia para personas altamente sensibles no podemos evitarte el dolor físico, pero sí la culpabilidad añadida que te ocasiona. Te ayudamos a manejar esa saturación sensorial, a controlar tu exposición a esos estímulos que tanto te afectan. Se trata de que consigas un equilibrio que mejore tu bienestar. 

 

  • La terapia para personas altamente sensibles reivindica el valor de un “NO”

 

Es, probablemente, uno de los problemas más serios a los que se enfrentan en su día a día las personas altamente sensibles. Porque te cuesta mucho, más bien eres incapaz de decir que no a cualquier propuesta. Ser una persona dispuesta y asequible ante las demandas de otros es, sin duda, una cualidad positiva. Pero, cuando no es una elección, cuando lo que sientes es que no tienes la capacidad de rechazar una proposición, aunque sea temporalmente, se convierte en un obstáculo. 

Para que desarrolles una vida normal es imprescindible que establezcas tus límites y consigas que los demás los respeten. Por eso, nuestra terapia para personas altamente sensibles fija uno de sus focos en mostrarte cómo decir “no”. Trabajamos contigo esta habilidad que sí tienes, aunque lo desconozcas por falta de práctica.

En la terapia para personas altamente sensibles descubres que necesitas tus momentos de soledad, pensar en ti antes de sentirte desbordado. Y eso no es rechazar a los demás, no te convierte en eso que tanto detestas que es ser una persona egoísta. Muy al contrario, es imprescindible que te encuentres con las fuerzas suficientes para darle lo mejor de ti a los demás. Solo siendo tú mismo podrás relacionarte con otras personas. 

Por eso, en nuestra terapia para personas altamente sensibles te mostramos técnicas y actuaciones con las que llegar a esas desconexiones que te hacen falta para seguir siendo tú mismo. No estás levantado muros de incomunicación, ni asilándote… Solo te tomas un respiro.

 

  • Emocionales y racionales, así son las personas altamente sensibles

 

Esa identificación de los PAS como individuos de emotividad extrema puede confundirte. Analizas tu realidad y constatas que, si hay algo que te diferencia, es tu racionalidad. En tu entorno todos te ven como esa persona poco impulsiva que tiene que darle mil vueltas a las cosas para poder entenderlas. Pero, es que no es una contradicción. Recibes y percibes tal cantidad de información que necesitas reflexionar profundamente sobre todo ello. 

En la terapia para personas altamente sensibles te orientamos para que no quedes atrapado en esa necesidad tuya de comprender. Sobre todo, porque de nuevo tienes que convencerte de que es un rasgo positivo. No hay nada malo en esa búsqueda del entendimiento, salvo que llegue a generarte ansiedad.

La clave no es que dejes de reflexionar, ni mucho menos. Quizá donde te conviene un ligero cambio es en la perspectiva. Por muchas vueltas que le des, hay preguntas para las que no vas a encontrar respuestas definitivas. Este nuevo enfoque es una de las prioridades exigibles a la terapia para personas altamente sensibles si realmente te aporte, sin bloquear tus potencialidades. Al contrario, al menos desde nuestra experiencia, es importante que reduzcas tu tendencia al perfeccionismo. 

Vas a ser más útil y te sentirás más completo si tomas esa distancia entre tus deseos y lo que verdaderamente está en tus manos hacer. Tienes esa misteriosa combinación de sensibilidad y capacidad de meditar sobre lo sucedido que es el momento de sentirte orgulloso de tus cualidades.

 

  • Una terapia para personas altamente sensibles para gestionar tus emociones

 

Probablemente, en más de una ocasión te planteas que este escenario que te toca vivir es el menos apropiado para alguien como tú. Las sociedades actuales son un prodigio de sobreestimulación para cualquiera, ¡para las PAS son objetivamente inhabitables! Y, qué decir de la calificación del momento actual como “sociedad de la información”. 

Es evidente que para ti esa exposición constante a tal cantidad de datos implica una dificultad añadida. Sin embargo, no tienes por qué rendirte ante esa inevitabilidad. Deja que te propongamos una terapia para personas altamente sensibles basada en tus necesidades específicas y no tardarás nada en disfrutar con el cambio. Básicamente, la idea es que te quieras más y confíes en tí.

En Pensaments creemos en ti. Nuestra terapia para personas altamente sensibles no es un tratamiento psicológico para cambiarte, para que dejes de ser como eres. Eso implica, en tu caso, que sigas empatizando y preocupándote por los demás. Sí te ayudaremos a manejar el dolor que esa generosidad puede ocasionarte. Pero, trabajaremos contigo para transformar esa vulnerabilidad en fortaleza. 

Porque sentir es siempre vivir, y tú haces ambas cosas con la máxima intensidad. No necesitas adquirir más habilidades, cuentas con algunas de las que más relacionadas están con la felicidad y el bienestar interno. Sin ir más lejos, esa admirable capacidad tuya para disfrutar de los pequeños detalles. Dispones de tantas competencias y cualidades que acompañarte en tu proyecto vital supone para nosotros una verdadera oportunidad de crecimiento conjunto.

 

  • Un ejercicio: reestructura tu vida

¿Cómo sería re-pensar tu vida desde el conocimiento del propio rasgo? ¿Cómo sería entender determinadas experiencias teniendo en cuenta tu sensibilidad? Probablemente llegases a la conclusión de que no hay nada malo dentro de ti, nada que arreglar. Probablemente te des cuenta de que conocer tus sentimientos, tu manera de captar el mundo y tu manera de reaccionar es esencial para poder autorregularte y disfrutar de una vida plena. 

 

Se trata, una vez más, de tomar conciencia de uno mismo/a, adquirir comprensión y, en caso necesario, adquirir herramientas que te lleven a disfrutar de tu forma natural de ser. Adentrarse en un proceso de autoconocimiento de manos de profesionales es recomendable siempre, y siendo PAS, quizá aún más necesario en el mundo en el que vivimos.