Ansiedad, ¿es normal?

¿Es normal tener ansiedad?

 

  • Siento ansiedad, ¿es normal?

En Pensaments recibimos numerosas llamadas de personas que nos explican que sienten mucha preocupación por algo que les está sucediendo y que no saben cómo hacer frente, o que hace tiempo que se sienten inquietas por lo rápido que sucede todo y creen que no serán capaces de llevarlo adelante; hay quien manifiesta una gran inquietud por cómo se van desarrollando sus hijos, otras personas comentan que la incertidumbre se hace en ocasiones insoportable… Algunas personas se han sentido paralizadas ante una situación y sentían que se les acababa el mundo, o les sobrecogió un miedo irracional y no supieron qué hacer, y temen que les vuelva a pasar… Desde luego, cuando uno llama en una situación así es porque siente que está desbordado/a, o que ya no puede más y necesita una solución.

 

A través de diferentes preguntas surgidas en terapia trataremos de dar respuesta a cuestiones que nos permitirán conocer hasta qué punto lo que se experimenta como ansiedad es normal o ha de llevarse a cabo un tratamiento de la mano de especialistas.

 

  • Primera pregunta: ¿es normal sentir ansiedad?

Esta pregunta de aparentemente fácil respuesta tiene un trasfondo mayor. Si bien a todos nos resulta sencillo responder que sí, que algo de ansiedad es natural, cuesta trabajo, en ocasiones, llevar este pensamiento tan claro a la práctica, y cuando surge una situación inquietante o imprevista, saltan nuestras alarmas. Cabe decir en primer lugar, que la ansiedad es una respuesta emocional del organismo ante un estímulo o situación que se percibe como amenazante. Este estímulo puede darse a nivel externo o tener su origen en el propio pensamiento. Generalmente esta ansiedad va acompañada de una serie de respuestas físicas, psicológicas y conductuales que facilitan la adaptación y preparan al organismo para responder de manera óptima1. De hecho, la ansiedad en condiciones óptimas mejora el rendimiento y la adaptación a nivel social, laboral o académico. La cuestión está en determinar cuándo esta ansiedad se convierte en una respuesta en la que el miedo y la paralización toman protagonismo al punto de generar malestar significativo en el día a día, alterando las rutinas habituales o modificándolas con el fin de evitar aquello que nos inquieta y/o asusta. Desde un punto de vista académico, los criterios que establecen si esta ansiedad es patológica o no, están recogidos en manuales de diagnóstico que marcan unos criterios y que se utilizan de manera habitual en consulta, siendo el DSM-V o el CIE-11 los principales en nuestro país.

 

  • Segunda pregunta: ¿cuál es la respuesta más habitual de la ansiedad?

Si hay una palabra que por excelencia define la ansiedad es EVITACIÓN. La respuesta predominante es la de tratar de evitar por todos los medios la exposición a la situación temida.

 

  • Tercera pregunta: ¿existen distintos tipos de ansiedad?

Sí. El manual que mencionábamos antes establece distintos tipos de ansiedad, los más comunes son:

Trastorno de Ansiedad Generalizada (TAG): Preocupación constante por cuestiones comunes tales como la familia, el trabajo, el dinero, la salud… Las personas con un trastorno de ansiedad generalizada o TAG viven en un estado constante de inquietud y malestar.

 

Trastorno de Pánico o Crisis de Angustia: Aparición temporal o aislada de miedo o malestar intensos, acompañados de otros síntomas tales como sensación de ahogo, opresión en el pecho, sudoración o escalofríos, temblores, mareos… Sucede de manera repentina y causa un gran malestar (se establece si es “con y sin agorafobia” en función de si condiciona la exposición a lugares abiertos).

 

Fobia Social: Se da cuando los síntomas generales previamente mencionados tienen lugar en situaciones sociales en las que el individuo se ve expuesto a una posible evaluación.

 

Fobia Específica: Cuando los síntomas refieren a una situación u objeto específico.

 

  • Cuarta pregunta: ¿cuál es la diferencia entre ansiedad, angustia y estrés?

La ansiedad es una emoción que surge ante situaciones potencialmente amenazantes o peligrosas para la persona, destaca por tanto su carácter anticipatorio y surge ante situaciones difusas e indefinibles. A diferencia del miedo, que se presenta ante estímulos presentes, la ansiedad anticipa y da lugar a respuestas difusas, menos focalizadas. En rangos normales realiza la función de adaptación de la persona al medio, sin embargo, en rangos altos se vive con un profundo malestar, existiendo un nivel de alerta constante y una hipervigilancia que impiden llevar a cabo una vida o rendimiento normales.

La angustia por su parte es una emoción tremendamente displacentera relacionada con situaciones de gran desesperación en las que se anula la capacidad para pensar o reaccionar, percibiéndose amenaza a la integridad. Si bien la ansiedad se asocia a síntomas físicos y en gran parte cognitivos, en la angustia destaca por excelencia el componente físico o somático.

 

El estrés es una respuesta inespecífica del organismo ante una serie de exigencias. Es un proceso adaptativo y de emergencia que permite la supervivencia del individuo. Cuando el organismo experimenta estrés reacciona produciendo adaptaciones a nivel fisiológico, liberando una serie de hormonas entre las que destaca el cortisol. Si bien el estrés a corto plazo permite llevar adelante una situación, el estrés prolongado puede conllevar consecuencias negativas para la salud, siendo un factor de riesgo para algunas enfermedades ya que el cuerpo reacciona como si siempre estuviera en peligro.

 

  • Quinta pregunta: ¿Por qué me pasa?

Al igual que sucede ante cualquier condición relacionada con la salud mental, se han de valorar una serie de variables que nos ayuden a entender de dónde viene y por qué se está produciendo. En Pensaments realizamos un abordaje integral para conocer con mayor detalle las circunstancias en que se produce, siendo fundamental valorar aspectos relacionados con el contexto (situacionales o externos), otros de personalidad (internos) y la manera en que se está manifestando (sintomatología). Hay personas que tienen predisposición y reaccionan con niveles mayores de alerta o reaccionan a más situaciones, otras son tranquilas, pero se han visto desbordadas por las circunstancias… Así pues, la respuesta que se da en uno u otro caso es diferente, así como el tratamiento. Cierto es también que existen factores de riesgo tales como las características de personalidad antes mencionadas, la existencia de algún evento traumático a lo largo del ciclo vital, los antecedentes familiares o alguna afección física, como la tiroides o las arritmias.

 

  • Sexta pregunta: ¿Se cura?

Por supuesto. Existen numerosas técnicas con soporte científico que dan muestra del gran resultado de un tratamiento de ansiedad. El abordaje fundamental que seguimos en Pensaments, tanto en nuestra modalidad presencial como online, toma como referencia la investigación más reciente y se basa en Terapia Cognitivo-Conductual a la que se añaden componentes de Aceptación y Compromiso. En cualquier caso, el tratamiento es individualizado y ajustado al caso particular para aumentar la eficacia de los resultados.

 


 Para conocer más detalles acerca de la respuesta de ansiedad les remitimos al artículo publicado con anterioridad en el blog: “¿Qué es la ansiedad?”.