¿Qué es la inteligencia emocional?

Probablemente no es la primera vez que oímos hablar del término inteligencia emocional. Además, en el mundo de la psicología, marcó un antes y un después en el modo de entender y actuar en nuestro ámbito. 

Cuando hablamos de inteligencia, sobre todo en ámbitos más normativos, todo el mundo suele referirse al conocido Cociente Intelectual (CI), mediante el cual se calcula la capacidad intelectual de las personas, es decir, en qué grado son inteligentes. A partir de esa teoría, algunos autores pensaron que no era del todo completa y que le faltaba algo más a ese índice para poder predecir la capacidad intelectual de un ser humano.


¿Todas las personas que logran grandes hazañas tienen un CI notable? ¿Siempre que alguien llega lejos tiene un CI alto? Probablemente la respuesta a esas preguntas no siempre es si. A partir de allí, empezamos a tener en cuenta otras teorías de la inteligencia, entre ellas, la de la Inteligencia Emocional.


Este modelo parte de la idea que las emociones, en parte, determinan nuestro comportamiento y nuestros pensamientos, más allá de la patología, juegan un papel esencial en nuestro bienestar. Por eso, algunos autores como Daniel Goleman, consideraron un papel clave la inteligencia emocional, para entender y estudiar las capacidades del ser humano. 


Daniel Goleman fue pionero en este campo, y definió la inteligencia emocional como la capacidad de reconocer y gestionar nuestros propios sentimientos, motivarnos y controlar nuestra forma de relacionarnos con el mundo. 


La inteligencia emocional es un concepto esencial para entender más el mundo de las emociones, para trabajar ciertas variables importantes y directamente relacionadas con nuestro bienestar. Un abordaje desde una perspectiva sana de la psicología, partiendo de la filosofía que tenemos en Pensaments: donde no es necesario estar mal para querer estar mejor


La inteligencia emocional abarca muchos conceptos que podemos ir comentando en próximos artículos. Por ejemplo, hablaremos del autoconocimiento, esa capacidad de conocernos a nosotros mismos, básica para después poder establecer un autoconcepto sano y potenciar nuestra autoestima. Así como la motivación, otra pieza clave para seguir haciendo eso que realmente nos mueve y llegar a los objetivos por los cuales luchamos. 


Por ello, os invitamos a descubrir el mundo de la inteligencia emocional, a conocer más sobre el concepto e indagar más en esa parte de la psicología que nos ayuda a vivir priorizando nuestro bienestar, y consecuentemente, el de las personas que nos rodean.

¿Te animas? 




Bibliografía: 

Goleman, D. (1996). Inteligencia Emocional. Barcelona: Kairós.