Tipos y técnicas de meditación

Somos tan egocéntricos que solemos pensar que las técnicas de meditación son un invento de nuestra moderna sociedad estresada, que no obliga a parar y relajarnos para poder seguir adelante. Sin embargo, la meditación es una práctica ancestral, que ha acompañado al ser humano desde sus orígenes y en todas las civilizaciones.

 

¿Para qué sirve la meditación?

 

Es probable que conozcas a más de una persona que practica alguna de las distintas técnicas de meditación, especialmente de las que más se han popularizado. Y que haya intentado convencerte de lo beneficioso que sería apuntarte a la meditación para ti. Sin embargo, si no eres consciente de qué es meditar y para qué sirve, lo normal es que creas que es una moda para excéntricos seguidores de las culturas orientales, que nada tiene que ver contigo.

 

Pero, meditar no es más que escucharte a ti mismo. Aprender a mirar en lo más profundo de tu interior y reconciliarte con tu yo más personal. Al final, es una forma de autoaprendizaje y autoconocimiento muy positiva para entender quién eres y, como consecuencia, para relacionarte mejor con el mundo en el que vives.

 

Entre los principales beneficios que aporta practicar alguna de las técnicas de meditación podemos destacar:

 

  • Reducción del estrés, ya que te ayuda a encontrar una calma interior con la que afrontar tu día a día.
  • Aumenta tu capacidad de concentración y atención, lo que te permitirá dar la versión más completa de ti mismo.
  • Mejora tu memoria y otras habilidades cognitivas.
  • Aprendes a tener más control sobre tu mente y tu cuerpo, incluso llegando a aumentar tu tolerancia frente al dolor físico y emocional.
  • Incrementa tu potencial empático y te facilita relacionarte con los demás.

 

Principales técnicas de meditación

 

En general, ese mayor autocontrol que consigues mediante las técnicas de meditación sirve para que tu organismo funcione mejor, a nivel físico y emocional, o sea, contribuye a tu salud mental. Eso sí, es esencial que te identifiques y te sientas cómodo con la que decidas practicar. Básicamente, existen estas corrientes de meditación:

 

1. Vipassana

 

También se la denomina técnica del insight y su principal objetivo es ver la realidad tal y como es. Es la clásica técnica de meditación de los budistas que se ha trasladado a occidente en adaptaciones como el Mindfulness.

 

Físicamente, se basa en un control de la respiración, acompasando la inspiración y expiración por la nariz. En el nivel emocional, hace que te centres en cada pensamiento o sentimiento, lo identifiques, pero evites tener una actitud crítica sobre él.

 

2. Técnicas de meditación mediante chakras

 

El origen de los chakras hay que situarlo en el universo del hinduismo, que concibe el cuerpo como un sistema energético que conecta todo el organismo. En concreto, señalan la existencia de 7 chakras básicos, repartidos a lo largo de la columna vertebral.

 

La meditación de chakras consiste en alcanzar la concentración, visualizando estos centros de energía e intentando equilibrarlos. Al principio requiere que te guíen, pero después puedes meditar tú mismo.

 

3. Meditación trascendental

 

¡Quién no se acuerda de esa imagen de los Beatles u otros famosos acompañados públicamente de sus yoguis en los años 60! Fue en esa década cuando se popularizó la filosofía hinduista y, más en concreto, se puso de moda el yoga. De ahí que sea una de las técnicas de meditación más extendidas.

 

Parte del éxito de la meditación trascendental se debe a su sencillez. Hay que tomarse dos periodos al día de unos 20 minutos, dedicados a repetir en un susurro un mantra o frase de forma reiterada para alcanzar un estado de conciencia plena. Aunque existen mantras genéricos, los practicantes más puristas consideran que lo ideal es tener un mantra personal más relacionado con la personalidad de cada individuo.

 

3. Meditación zen

 

Otra de las técnicas de meditación más conocidas, probablemente porque es la postura que todos identificamos con la meditación, sentado con las piernas cruzadas y las manos sobre el vientre. Y la postura no es un asunto baladí en la meditación zen, que es muy estricta, marcando cómo hay que colocarse para meditar. Esta es una de las razones por las que no se recomienda para principiantes, sino para personas ya experimentadas en meditación y que desean evolucionar.

 

Te hemos presentado solo 4 técnicas de meditación, de las innumerables opciones que existen: tonglen, Kinhin, metta, de enfoque en un solo punto, entre otras. Si te apetece iniciarte en este mundo, no dudes en consultarnos. En Pensaments podemos orientarte sobre las distintas posibilidades y analizar contigo los pros o contras de cada una.