Cómo controlar los celos

¡No! No son una prueba de amor, sino de inseguridad. Es importante reconfigurar todo el universo de falsedades que hay a su alrededor y, más aún, aprender a controlar los celos. Sentirlos nos hace daño individualmente y empeora cualquier relación de pareja. Súmate a esta propuesta, porque ser celoso o celosa no es inevitable y dejar de serlo te hará crecer como persona.

 

¿Qué es ser celoso?

 

Pese a la contundencia de la introducción con la que hemos comenzado, queremos comenzar tranquilizándote con dos mensajes. En primer lugar, sentir celos entra dentro de lo “normal”, es decir, es una emoción muy generalizada, pero no innata al ser humano. Realmente está asentada en el contexto sociocultural en el que crecemos. Y, por otra, puedes controlar los celos y que dejen de formar parte de tus relaciones, tanto de pareja como de otro tipo.

 

De hecho, este es un matiz en el que los psicólogos siempre incidimos. Los celos no se restringen al ámbito de la pareja. Hay celos entre hermanos, en el ámbito laboral e, incluso, dentro de los círculos de amigos. Porque, al final, los celos surgen por el temor a perder lo que tenemos.

 

Es esencial fijarnos en esos dos elementos, la posesión y la inseguridad, que definen lo que son los celos y marcan la diferencia respecto a la envidia, con la que se confunden a menudo. Un celoso tiene un sentimiento de propiedad hacia otra persona, que se mezcla con su falta de seguridad y se traduce en miedo a sufrir una infidelidad emocional o física.

 

4 consejos para controlar los celos

 

De la descripción anterior se desprende que no hay nada positivo en sentir celos. Es cierto que lo más habitual es que se presenten con una intensidad baja, que en pocas ocasiones nos enfrentemos a un perfil de celoso patológico. Aun así, es aconsejable que aprendas a controlar los celos, ¡te aseguramos que vas a sentirte muy liberado cuando lo consigas!

 

Anímate, porque estos consejos para controlar los celos funcionan y no es complicado llevarlos a la práctica. La mayor parte de estas recomendaciones tienen más que ver con que profundices en tu interior, que con elementos externos como vas a comprobar:

 

1. Analiza cómo y cuándo sientes celos

 

No podemos dejar de insistir en el componente de inseguridad y educacional que explica la aparición de los celos. Por ello es tan importante que seas capaz de identificar las situaciones que te producen celos. Descubrirás que, a menudo, no se trata de personas, sino de situaciones: te pone igual de celoso comprobar cómo disfruta charlando con sus amigos o aislándose mientras lee un libro.

 

2. Reflexiona y reenfoca esas situaciones

 

Seguramente te sorprenderá afrontar que el objeto de tus celos es un libro, su pasión por el running o el ronroneo de tu gato mientras lo acaricias y no una persona con la que tu pareja te podría ser infiel. Es la demostración de que el problema está en tu interior, en tu baja autoestima. En tu interior, estás convencido de no poder darle esa intensidad de placer. Por eso, para controlar los celos es imprescindible que descubras el origen de ese sentimiento de inferioridad y, sobre todo, trabajes en tu autoestima, valorando tus virtudes y asumiendo tus limitaciones.

 

3. Asumir los límites para controlar los celos

 

Este proceso de reflexión conduce a un camino inequívoco, entender que no puedes serlo todo para otra persona, ni aunque fueras casi pluscuamperfecto podrías cubrir todas sus necesidades. Pero aún es más importante que entiendas que eso no sería deseable, que debes admitir que cada persona necesita su propio espacio para evolucionar. Y que eso no tiene nada que ver con el amor, ni con la infidelidad o la falta de interés por ti.

 

Llegados a este punto, toca ser sincero contigo mismo y reconocer hasta dónde puedes aceptar esas otras actividades o inquietudes de tu pareja. Esa compatibilidad es la que marca la viabilidad o no de una relación.

 

4. Recuerda que una relación afectiva debe ser siempre libre y consentida.

 

Si todos los consejos anteriores para controlar los celos no funcionan, es más, aunque lo hagan, no olvides que ninguna relación puede asentarse en nada distinto a la libre elección y las ganas de vivirla por parte de los dos miembros. Es decir, que tu pareja puede evolucionar en un momento dado de forma distinta a ti y necesitar. Aunque sea difícil y te duela, lo único que puedes hacer es asumirlo y despedirte de la mejor manera posible, sin rencor.

 

Controlar los celos es posible, pero es un camino que requiere esfuerzo y constancia. No pasa nada si no te sientes capaz de superarlo solo. La atención psicológica también sirve para apoyaros en estas situaciones tan cotidianas. Al menos, así lo entendemos en Pensaments.