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La convivencia es el mayor antídoto contra el enamoramiento idílico. En cierta medida es positivo, porque nos hace retomar el contacto con la realidad y darle su verdadera dimensión a un sentimiento tan importante como el amor. Pero, hay ocasiones en las que el deterioro es demasiado intenso. ¿Se puede salvar la relación de una pareja dañada? Veamos en qué situaciones es posible y cómo debe acometerse esta recuperación.
Señales de que tu pareja está dañada
Los conflictos, las discusiones y los roces forman parte de nuestra vida cotidiana en cualquier entorno. En el laboral, en el familiar y, como no, también en el ámbito de la pareja. Hasta aquí, nada preocupante. Pero, ese nivel de enfrentamiento o desconexión puede llegar a ser insostenible y desembocar inexorablemente en la ruptura.
Sin embargo, como todo proceso, antes de llegar a ese punto de no retorno, una pareja dañada emite señales de alerta. Si eres capaz de advertirlas, aún puedes estar a tiempo de salvar la relación. Por eso, es tan importante que sepas identificar esos primeros avisos. Estos son los más habituales:
1. Falta de complicidad
Todas las parejas tienen sus momentos de intimidad, sus “secretos” que no comparten con otros. En una pareja dañada, desaparece esa iniciativa, esa necesidad de contarle a tu pareja lo que te preocupa, ese éxito que has tenido o, simplemente, lo que te ha ocurrido ese día. Pero, lo más preocupante es que esa falta de complicidad no es consecuencia de una pérdida de confianza. Aunque no se hace de manera consciente, se está castigando al otro, se le está impidiendo formar parte de tu vida.
2. Mínima comunicación
¿Recuerdas esa etapa inicial del enamoramiento, cuándo vivías pegado al teléfono? ¿Cuántas veces al día llamabas a tu pareja? Es normal que con el tiempo, esa necesidad de comunicación constante se rebaje. En las parejas dañadas, se llega al extremo opuesto, es decir, a la ausencia de llamadas o mensajes. No hay ganas, ni interés por lo que le ocurre al otro.
3. No se hacen planes en común
La desilusión es uno de los principales detonantes de una pareja dañada. Sigues compartiendo actividades de manera automatizada, pero sin ninguna ilusión. Incluso, las vacaciones o los eventos especiales dejan de planificarse en pareja. Es uno de los dos el que toma las decisiones y el otro las asume sin más, porque le da igual.
4. Las diferencias se vuelven insalvables
Es habitual, como decíamos, que en la pareja haya puntos de vista distintos. Sobre ciertos aspectos de la educación de los hijos, el diseño de la reforma de casa o la compra de algún objeto. Pero, se dialoga, se aportan argumentos y se llega a una decisión final consensuada. En una pareja dañada todo son conflictos, se lleva al extremo hasta el detalle más insignificante, parece que siempre se está en posiciones opuestas. Y se termina con fuertes enfrentamientos o con el silencio, nunca con un acuerdo.
Consejos para recuperar una pareja dañada
Hemos señalado algunos de los síntomas de que una relación está muy deteriorada. No son los únicos, en el fondo, se trata de parejas distanciadas que se están convirtiendo en dos extraños que solo tienen en común la dirección de residencia.
En ocasiones, el daño es de tal envergadura que la mejor opción es separarse. En otros casos, hay espacio para la recuperación de la relación. Es siempre un proceso lento y que requiere mucha paciencia y respeto. Estos son algunos consejos que te pueden ayudar a transitar por ese camino:
Recuperar una pareja dañada es, como te decíamos, un proceso largo y que requiere de tu constancia. Es posible que te sientas desbordado y perdido, con necesidad de alguien que te oriente. Nuestra terapia de pareja es una herramienta eficaz para apoyaros en esos momentos complicados.
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