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Qué decirle a una persona con ansiedad

La incidencia de los problemas de salud mental ha aumentado en los últimos años. Entre las dificultades con mayor prevalencia destacan las relacionadas con el estrés y la ansiedad, en todas sus variantes. Tus probabilidades de tener cerca una persona con ansiedad son, por lo tanto, bastante elevadas. Pero, ¿sabes cómo puedes ayudarla o, al menos, cómo tratarla para que no se sienta rechazada? Respondemos a tus dudas con recomendaciones sencillas y que te será fácil llevar a la práctica.

 

Comprender lo que es una persona con ansiedad

 

Evidentemente, partimos de la base de que no eres psicólogo. Es decir, puedes tener un conocimiento más o menos limitado de lo que es realmente la ansiedad. Otra cosa es que sea un término que se maneja de manera habitual. Y, precisamente, ese puede ser el origen de la dificultad de identificar a una persona con ansiedad, que tengas un concepto equivocado de lo que supone esta disfunción emocional.

 

Por eso, empezamos proporcionándote las claves para que entiendas a una persona con ansiedad. Es esencial recordar que la ansiedad es un estado emocional, no una enfermedad. ¿Qué quiere decir esto? Pues que es una reacción adaptativa de nuestra mente. Surge, generalmente, relacionada con situaciones que nos producen estrés o inseguridad. Un examen o un cambio de trabajo son dos ejemplos típicos de causas que nos provocan ansiedad.

También, suele haber una mayor incidencia de la ansiedad relacionada con el nivel de implicación y preocupación por los demás. No siempre podemos ayudar a las personas y esa impotencia puede generarnos ansiedad. Ya puedes deducir que, todos hemos sentido ansiedad en algún momento de nuestra vida. Una razón más para que no nos resulte complicado identificarnos y ofrecer apoyo a alguien con ansiedad.

 

Así puedes ayudar a alguien que sufre ansiedad

 

Como siempre que hablamos de desequilibrios emocionales o desajustes, el conflicto tiene más que ver con la intensidad y, sobre todo, con la prevalencia. Es la propia persona quien suele reaccionar cuando siente que necesita ayuda, cuando se ve superada. Así que, lo primero que te recomendamos es que estés atento. Que de alguna forma le transmitas tu disponibilidad para escucharle.

 

Y es que, sobre todo, tu papel consiste en acompañar a esa persona mientras atraviesa ese periodo complicado. Demostrarle que no está solo. También es importante que no se sienta culpable, lo que le está pasando es de lo más razonable. O sea que, tu actitud debe ser comprensiva y empática. 

 

1. Busca una forma de acercamiento

 

Ya te adelantábamos que para tratar a una persona con ansiedad hay que ser empático. Debes intentar tomar la iniciativa, pero sin agobiarle. Por eso, lo más importante es que sienta que estás a su lado, que puede contar contigo cuando lo necesite. 

 

2. Intenta que se abra y se comunique contigo

 

De nuevo, el punto de partida debe ser el respeto. Si la persona con ansiedad se siente presionada, lo más normal es que se cierre en sí misma. Con tacto, tienes que preguntarle cómo se siente. Es habitual que te responda que está bien, que no le ocurre nada. Puedes comentarle que has notado un cambio en su comportamiento, que le notas distraído o distante. Se trata de que le des pie para que se abra, por lo que no puedes transmitir impaciencia o adoptar un tono que parezca un reproche.

 

3. Practica una escucha activa

 

Este es, probablemente, el punto más importante. Tú no eres el protagonista de esta historia, sino el acompañante. Sé ese hombro amigo en el que se apoye en cualquier momento, sobre todo, escuchando con interés lo que necesite contarte. Seguro que hay detalles que te parecen intrascendentes, pero debes ponerte en su piel y no restarle interés a nada que te cuente.

 

4. Mantén el contacto

 

Superar una crisis de ansiedad puede ser un proceso largo, como ya hemos destacado. No basta con que tengas una presencia puntual, es esencial que crees un ambiente de confianza y eso pasa porque demuestres un interés continuado. No dejes pasar los días sin hablar o interesarte por cómo sigue.

 

Y, por supuesto, sería interesante que animes a esa persona con ansiedad para que acuda a la consulta de un psicólogo. La decisión solo puede tomarla cada individuo, pero suele ser más fácil si no se siente solo.